El lipedema es una enfermedad crónica y generativa en la que se produce una inflamación de la grasa, sobre todo en la zona de las piernas, de forma atípica y simétrica.
Es una enfermedad que no tiene ninguna relación con la celulitis ni con el sobrepeso. Es casi exclusiva de mujeres y normalmente aparece tras un cambio hormonal como puede ser la pubertad, el embarazo, el uso de anticonceptivos… Pero también es muy importante la predisposición genética a la misma.
En este blog me gustaría dar unos consejos para mejorar calidad de vida de personas con lipedema:
Consejos si sufres de Lipedema.
Consulta médica especializada: lo primero de todo hay que tener un diagnóstico correcto, ya que es una enfermedad difícil de diagnosticar. Acude a un médico especializado como un cirujano vascular, un especialista en linfología… y con su ayuda trabaja un plan personalizado.
Hábitos alimenticios saludables: aunque el lipedema no es debido al sobrepeso, una alimentación equilibrada puede ayudar a reducir la inflamación, evita alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y sal en exceso, ya que pueden empeorar la inflamación. Incluye en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes (frutas y verduras), grasas saludables y proteínas magras.
Ejercicio: adapta el ejercicio a tus circunstancias, pero no dejes de practicarlo. Elige ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar, yoga… y sobre todo sé constante.
Medias de compresión: utiliza medias de compresión específicas para lipedema siguiendo la recomendación del especialista. Normalmente, sé utilizan medias de compresión media. Las medias te pueden ayudar a reducir la hinchazón y mejorar la circulación de tus piernas.
Drenaje linfático manual: según tu caso se puede aconsejar tratamientos de drenaje linfático manual realizado por un fisioterapeuta certificado, vendajes compresivos y ejercicios que mejoren la circulación linfática.
Cuidado de la piel: mantén siempre bien hidratada la piel y evita exponerla al calor intenso (tomar el sol o un radiador cerca) y las prendas muy ajustadas.
Si tienes lipedema, lo más importante es diagnosticarlo correctamente y adoptar los hábitos necesarios para que la enfermedad no empeore y mejore.
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